Las tres nominaciones del trompetista Pacho Flores a los premios Grammy Latino fueron una verdadera sorpresa para él. No lo vio venir. Pero tratándose de un experimentado músico, formado en el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, para expertos y no tan expertos en melodías, sinfonías y acordes, es más que merecido.
El cansancio hacía mella. Era muy temprano y Pacho seguía en la cama, pero una llamada del laureado cuatrista venezolano, Jorge Glem, fue el vehículo de la buena nueva. La noticia la recibió en Carolina del Norte, Estados Unidos, a donde viajó para ofrecer un concierto junto al maestro Carlos Miguel Prieto, el mismo director con el que grabó el disco “Estirpe” y por el cual está nominado.
“Me estaba levantando y me llamó Jorge Glem felicitándome. Primero me escribió y yo no sabía el contexto de la felicitación. Yo le respondí que gracias, pero que no entendía qué pasaba. Me dijo: ´¿no, no te has enterado? ´. Ahí inmediatamente me llamó y dijo que estaba nominado y él también”, contó.
“Estirpe” está postulado en 3 categorías: Mejor Álbum de Música Clásica; Mejor Obra/Composición Clásica Contemporánea con el “Concerto Venezolano” del compositor Paquito D´Rivera; y Mejor Arreglo con “Crónicas Latinoamericanas” de Daniel Freiberg.
Este álbum es una colaboración entre Flores con la Orquesta Sinfónica de Minería (el primer ensamble mexicano en grabar con el prestigioso sello internacional Deutsche Grammophon), bajo la batuta de su director artístico, Carlos Miguel Prieto. Además de las obras nominadas de Freiberg y D´Rivera, también incluye composiciones de Arturo Márquez, Efraín Oscher y del propio trompetista venezolano.
Para Flores las nominaciones son un nuevo renacer. ”Cuando sale un proyecto está 15 días o un mes en boca de todo el mundo y por alguna razón, de forma orgánica, va mermando la difusión. Ahora vuelve a renacer (…) Como dicen en el fútbol, Venezuela la están rompiendo, estamos mostrando el gran compromiso con la música en todos los géneros (…) Esto para mí es nuevo, te lo confieso, pero me lo estoy recibiendo con tanta alegría que lo único que voy a hacer es disfrutar que estoy nominado a un premio tan importante y, sobre todo, feliz por el éxito de mis compañeros”, dijo.
Flores ha ofrecido más de un centenar de conciertos por todo el mundo cada año, ha tocado y sigue tocando con las mejores orquestas del planeta, ha pisado los escenarios más importantes. Fue el único de cuatro hermanos que decidió dedicarse a la música. Su papá era músico, tocaba la trompeta y dirigía la banda municipal de Táriba.
Fue esa trompeta la que Pacho tocó por primera vez siendo muy niño. Primero tocó con la banda de su padre pero a los doce años se integró en el movimiento de orquestas por todo el país. Su carrera dio un salto exponencial cuando, entre 2005 y 2006, ganó tres importantes concursos. El más conocido de todos, el Maurice André, en París, el más sobresaliente en el campo de la trompeta.
“Fue muy importante porque me dio la llave para tomar la decisión que estaba buscando desde hace muchos años y que era, vivir exclusivamente de ser concertista. Hasta ese momento todavía compartía mi puesto como primer trompeta de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar pero cuando ya tienes un proyecto así, llega un momento en el que tienes que decidir realmente lo que quieres y apostar. A veces apostar es difícil porque siempre hay dudas”, recordó.
Invitados de lujo
“Estirpe” cuenta con dos destacados artistas invitados, el clarinetista y saxofonista cubano, Paquito D’Rivera, y el pianista, arreglista y compositor argentino, Daniel Freiberg, e incluye ya algunos de los conciertos resultantes del proyecto de encargos compartidos de nuevos conciertos para trompeta a destacados compositores, que Pacho y su agencia, ACM Concerts, han venido gestionando durante los últimos años, ofreciendo un aporte al repertorio mundial del instrumento.
Flores además reveló que el disco se grabó en los históricos Estudios Churubusco donde se filmaban películas del inolvidable Cantinflas. “Me alegra mucho la gente que ha participado. La Orquesta Sinfónica de Minería, por ejemplo, es una institución espectacular que reúne en el verano a todos los músicos más importantes de las orquestas de todo México (…) Una peculiaridad del proyecto es que se grabó en los estudios Churubusco donde Cantinflas grababa sus películas”, agregó.
Con todo el éxito que ha cosechado hasta hoy, Flores se toma las cosas con calma y encuentra en su familia ese cable a tierra. “Hay una cosa a la que yo le tengo mucho miedo y es a perder el foco. Cuando lo pierdes, todo empieza como un efecto dominó a caerse (…) Yo tengo mi hijo que es el centro de mi vida y a mi esposa. También tengo al resto de mi familia, quienes me ayudan a no perder el norte”, reflexionó.
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