La respuesta pudiera ser simple, pero es a la vez muy exuberante: Esencialmente esta celebración simboliza la eterna lucha entre el bien y el mal.
Cada año los diablos retan y luego se rinden ante el cuerpo de Cristo, en el jueves después de la octava de Pentecostés, pasados 60 días del Domingo de Resurrección (este 3 de junio de 2021).
La festividad involucra a cientos de hombres, mujeres y niños que, luego de culminar otros ritos previos ritos, salen a bailar frenéticamente como poseídos por espíritus malignos en la antigua tradición de los Diablos Danzantes.
Esta vistosa manera de venerar a Dios en la fiesta de Corpus Christi, la profesan once poblados ubicados en la zona centro norte de Venezuela: Cata, Cuyagua, Chuao, Ocumare de la Costa y Turiamo (Aragua); San Millán y Patanemo (Carabobo); Tinaquillo (Cojedes), San Rafael de Orituco (Guárico), San Francisco de Yare (Miranda) y en Naiguatá (Vargas).
En total existen 11 cofradías que agrupan a más de 5 mil personas, la más famosa y difundida es la Yare. Todas estas manifestaciones fueron reconocidas por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el 2012.
Buscando alcanzar un grado de fortaleza organizativa, varias cofradías llevan a cabo periódicos “encuentros nacionales”. Como resultado, se creó hace ya algunos años la Asociación Nacional de Diablos Danzantes de Corpus Christi que agrupa a las cofradías existentes.
Nadie sabe a ciencia cierta cómo comenzó la danza de los diablos un jueves de Corpus Christi. Hay eso si, hay muchas hipótesis y conjeturas.
Por ejemplo, una de las historias más contadas, difundida por la cofradía de San Francisco de Yare, reza que hace 400 años un sacerdote sin dinero ni creyentes para realizar la procesión de Corpus Christi expresó: “Si no hay dinero ni creyentes para sacar la procesión del Santísimo Sacramento, ¡que vengan los diablos entonces!” Según esta anécdota, tras una repentina tormenta, varios diablos se presentaron frente a la iglesia.
Lo cierto es que estas comunidades y sus festividades están enraizadas a los migrantes africanos traídos a la fuerza a trabajar en las haciendas de cacao y otros cultivos como caña de azúcar, café o añil. En estos espacios a lo largo del tiempo, surgió esta manifestación popular producto de la interacción conjunta de tres culturas: la americana originaria, la europea y la africana.
La promotora inicial de esta festividad, Santa Juliana de Mont Cornillón, gracias a su veneración por el Santísimo Sacramento logró que se realizara una celebración especial en su honor. Este rito luego se difundió luego por toda Alemania. Otro suceso que contribuyó al establecimiento de la fiesta del Corpus fue el llamado milagro de las Formas de Bolsena, así como el milagro de los Corporales de Daroca.
La fiesta de Cornillón, el milagro de Bolsena y los corporales llevaron al papa Urbano IV a instituir en 1264 la bula Transiturus hoc mundo, (festividad del Corpus Christi) en toda la Iglesia. Clemente V la confirmó en 1311, y a partir de ese momento se difundió por todo el mundo católico.
Muchas primeras comuniones se hacen alrededor de estas días.
La fecha, como vemos está muy asociada a celebración, a festividad. De allí se desprende que resultó sencillo para los sacerdotes católicos de la época de la colonia española permitir a los vasallos que trocaran su música e hicieran sus bailes.