A principios de septiembre el ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino, afirmó que la crisis migratoria por la selva del Darién está “al límite”, al tiempo que detalló nuevas medidas del Gobierno de ese país para hacer frente al aumento del flujo irregular de personas por la frontera sur de su territorio.
“Ya estamos a un límite de nuestras capacidades porque el desbordamiento de las personas ya es de forma masiva”, aseguró Pino, quien además precisó que unos 350.000 migrantes irregulares han atravesado la peligrosa selva desde Colombia a Panamá en lo que va de 2023.
Por su parte, la directora del Instituto de Migración de Panamá, Samira Gozaine, precisó que una de las medidas que aplicará Panamá será la eliminación de puestos de control y asistencia migratoria en unos de los municipios fronterizos, que son los primeros en recibir a los migrantes. “Vamos a remover los puntos de control y asistencia migratoria de las mismas comunidades receptoras de Bajo Chiquito y Canaán Membrillo, a fin de mitigar el impacto sanitario y de seguridad que hay dentro de esas comunidades. Comunidades de 200 a 300 personas que están recibiendo impacto de 3.000 a 4.000 personas por día”, indicó.
Además, las autoridades del país anunciaron que aumentarán las deportaciones de personas con antecedentes penales y también los vuelos para repatriar a los migrantes irregulares. “Se triplicarán los vuelos de ser posible”, agregó Gozaine.
Asimismo, el Gobierno panameño anunció que reforzará la vigilancia y el control en los puestos de entrada del país y los patrullajes marítimos para interceptar barcos de organizaciones ilegales que se dedican al tráfico de personas. A las medidas se suma la reducción de 90 a 15 días de permanencia para algunos turistas dentro del país. A eso se suma que a partir de ahora, las personas que quieran permanecer 90 días en Panamá deberán presentar una prueba de fondos de al menos 1.000 dólares, en lugar de los 500 dólares que se estipulaba anteriormente.
Para Elías Solís, presidente de la Cruz Roja Panameña, pese a las medidas restrictivas anunciadas por ese país, el movimiento migratorio lejos de disminuir ha aumentado. “Cada día se incrementa la llegada de más personas migrantes a las estaciones de recepción migratoria (…) Las autoridades de Panamá han manifestado que más de 360.000 personas han transitado la Selva del Darién en lo que va de año”, aseguró.
Sobre el perfil o las características de quienes atraviesan el Tapón del Darién, refirió que en su mayoría son hombres. “Siguen siendo la mayoría hombres, pero hemos visto y las del propio Servicio Nacional de Migración estadísticas así lo reflejan, el incremento de las familias y niños. Se estima que aproximadamente el 20% de estas personas migrantes, son niños”, detalló.
A su juicio, para hacer frente a la crisis migratoria que vive Panamá y que se extiende a otros países, es necesario solucionar los problemas que afectan a las naciones de origen que impulsan a sus ciudadanos a buscar mejores condiciones de vida en otras latitudes.
“Yo coincido con algo que manifestó el presidente de la República (de Panamá) en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU); éste es un tema que tiene que ser abordado desde una perspectiva multilateral, donde intervenga la comunidad internacional y, en particular, que se procure que en los países de origen cambien esas condiciones que motivan la migración” concluyó.
Escuche el audio de la entrevista completa aquí: