Mucho revuelo -y no es para menos- ha causado la aprobación de una nueva ley de migración para la Florida.
El texto incluye fuertes sanciones contra los inmigrantes que aún no tengan algún status aprobado ya que intenta r<span;>egular el movimiento, la empleabilidad y la atención sanitaria de estas personas.
Por ejemplo, la nueva ley estipula que los hospitales pregunten el status migratorio a cada paciente antes de aprobarles el ingreso.
Esta nueva legislación ya fue votada por el congreso de este estado (de mayoría republicana) y sancionada por su gobernador Ron De Santis.
Adelys Ferro, directora ejecutiva de Venezuelan American Caucus, afirma que la ley es un “ataque directo contra cada inmigrante que llega al estado”.
“Es el desprecio a todo el esfuerzo, a todo lo que hemos construido durante tantas décadas, porque todos aquí, la inmensa mayoría, ha llegado aquí sin documentos, esa es la verdad”, agregó Ferro.
Agregó Ferro que la medida es una agresión a las familias y residentes que han crecido en base “a la lucha para lograr una estabilidad y los documentos en este país”.
El gobernador de Santis argumenta la necesidad de implementar esta ley ya que acusa a la Administración Biden de haber debilitado los requisitos migratorios. “Los cárteles mexicanos de la droga tienen más que decir sobre lo que sucede en la frontera sur que nuestro propio gobierno estadounidense”, dijo el gobernador, en una intervención pública desde la ciudad de Jacksonville, al norte del estado.
Por su parte la activista Adelys Ferro enfatiza que la ley todavía no está en vigencia y que varios grupos de expertos están trabajando para impugnar esta legislación y evitar asi que llegue a aplicarse.
En ese sentido Ferro llama a la calma a todos los migrantes de Florida y los insta a no dejarse atemorizar por rumores o supuestos. Ferro nos invita a buscar información fiable sobre este delicado tema. Afirma que existe un grupo de profesionales especializados que están adelantando acciones para impugnar la ley.
Ferro también recomienda a los floridanos para que se activen y busquen a sus miembros del Congreso en Washington y los exhorten a apoyar un camino hacia la ciudadanía para los, según recientes mediciones, aproximadamente 11 millones de residentes indocumentados que actualmente existen en Florida.