En un video difundido por medios colombianos, miembros del Estado Mayor del frente Capital de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), conocidas como el Clan del Golfo, declararon la guerra a la banda criminal de origen venezolano el Tren de Aragua, en Bogotá.
Los hombres encapuchados que toman la palabra en el audiovisual aseguraron que decidieron accionar por petición de la población civil y los comerciantes de la capital neogranadina ante la extorsión ejercida por el grupo delictivo, además de la inoperancia de autoridades civiles y la Policía Metropolitana de Bogotá.
“Hemos decidido combatir a toda la delincuencia que intente extorsionar o cometer algún tipo de delito contra la población civil (…) Nosotros no extorsionamos al comercio, vamos en contra de eso”, señalaron en la cinta.
El origen
El Clan del Golfo nació tras la desmovilización en 2006 de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). De acuerdo con la inteligencia militar del país vecino, se calcula que está integrado por unos 9.000 miembros. Según InSight Crime, aunque practican la extorsión y otras actividades criminales, se dedica principalmente al tráfico de drogas transnacional.
“Algunos miembros del grupo líder son traficantes internacionales que manejan sus propias rutas; sin embargo, la red no opera tanto como un cartel, sino más bien como un proveedor de servicios para narcotraficantes independientes (…) El modelo de red requiere que las células locales sean autosuficientes financieramente. Por esa razón, estos grupos se han expandido a actividades como la minería ilegal, la extorsión y el microtráfico, y dirigen otras actividades criminales que se desarrollan en los territorios, o bien toman un porcentaje de dichas actividades”, señaló inSight Crime en una publicación de 2018.
El subsecretario de Seguridad de Bogotá, Andrés Nieto, sostuvo que con 50 años inmerso en un conflicto armado, “la gasolina” de la violencia interna en Colombia es el narcotráfico. “El tema de las drogas nos está acabando y lo que ha pasado es que constantemente se han hecho procesos de paz con diferentes grupos (…) Si bien cada vez se negocia con alguno en particular, como el negocio de las drogas sigue siendo tan rentable, se terminan de configurar y fortalecer otro tipo de grupos”, aseguró.
En el pasado, el Clan del Golfo estuvo en disputa con otros grupos criminales para quedarse con el control del narcotráfico, no obstante, según el experto en seguridad ciudadana, periodista y docente, en la actualidad ha establecido alianzas para dominar y “hacer que todos tengan ganancia”.
La llegada del Tren de Aragua a Colombia
InSight Crime relata que esta banda nació de un sindicato de obreros que trabajaban en la construcción de una línea del ferrocarril que atravesaba los estados de Aragua y Carabobo. Su estructura criminal se fortaleció a partir de 2013 en la cárcel de Tocorón cuando uno de sus miembros, conocido con el alias de “Niño Guerrero”, fue apresado y estableció diferentes alianzas dentro del centro penitenciario.
A partir de entonces, la agrupación delictiva inició un proceso de expansión por diferentes estados de Venezuela, al tiempo que trataba de extender sus redes más allá de nuestras fronteras. De acuerdo con InSight Crime, desde 2018 El Tren de Aragua buscó establecer control sobre la frontera con Colombia donde se enfrentó con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y con la banda criminal conocida como Los Urabeños, que maneja los pasos fronterizos ilegales. No obstante, según Nieto, el primer registro de incursión de la organización delincuencial de origen venezolano en Colombia, data de 2015.
Hoy por hoy, la banda de origen venezolano ha logrado consolidar pequeñas estructuras satélites en diferentes ciudades de Colombia, en las que comete extorsiones, asesinatos, secuestros, tráfico de droga y trata de personas. Bogotá es una de las urbes neogranadinas que ha sido permeada por la agrupación criminal.
Las diferencias
Nieto recalcó diferencias estructurales entre las células del Tren de Aragua que operan en Colombia y las que están en Venezuela.
“Según la inteligencia de la Policía y el Ejército, no se trata exactamente de la misma estructura de Zulia y de diferentes puntos de Venezuela donde está El Tren de Aragua. Se trata de diferentes personas que en su momento trabajaron en la estructura original del Tren de Aragua en Venezuela (…) No es la misma relación de comandancia, ni jerárquica, sino una réplica de personas que no eran los líderes, pero que terminaron por estar acá en medio de la migración general que se ha dado desde otros países, no sólo Venezuela”, detalló.
El experto refirió que las primeras incursiones fueron en Ocaña y Cúcuta. Posteriormente la banda llegó a Medellín y Bogotá, ciudad en la que Nieto indicó que está presente en tres localidades. Asimismo, puntualizó que la estructura del Tren de Aragua es diferente a la del Clan del Golfo. “(El Tren) es una estructura delincuencial, no criminal. Es decir, no es un grupo armado todavía, sino que es un grupo que se dedica en las urbes especialmente al tema del microtráfico”, agregó
La culpa no es de la migración
Colombia experimenta un repunte en los índices de criminalidad. En el caso de Bogotá, ciudad golpeada por este flagelo, su alcaldesa, Claudia López, ha señalado a la migración venezolana como la causante de ese repunte.
En ese sentido, Nieto refirió que el origen y las causas de la criminalidad en su país son más profundas y obedecen a múltiples factores. A su juicio, en el combate de los grupos armados como el ELN o las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), las autoridades han desatendido el ámbito de seguridad ciudadana.
“Colombia ha tenido un problema interno de guerrillas y eso ha hecho que toda la mirada de seguridad de los últimos 40 años se haya volcado en nuestras fuerzas militares, son perfectas en poder combatir y contrarrestar los grandes grupos; sin embargo, una cosa es el crimen organizado y otra es la delincuencia común que está al interior de las ciudades (…) Nuestras fuerzas militares están especializadas en poder combatir las grandes estructuras, descuidando quizás la seguridad ciudadana, lo que pasa al interior de las urbes donde no está el ELN, las FARC o el Clan del Golfo”, remarcó.
Hablando de la ola migratoria que ha experimentado la nación granadina en los últimos años, Nieto detalló que si bien el grueso de ciudadanos de otros países que ha llegado a Colombia son venezolanos, su país también ha sido receptor de habitantes de Haití o El Salvador que han llegado a través de la Selva del Darién.
“Del total de capturas de delincuentes de los últimos tres años, la migración venezolana no alcanza el 4%. Es decir, tampoco es tan real que Colombia era Suiza y que cuando llegó la migración venezolana nos acabamos en lo que hoy es Colombia. Eso hay que dejarlo claro porque no podemos llegar a la xenofobia ni a discriminar”, concluyó.
Escuche el audio de la entrevista completa aquí: